¿Qué es «La cadena trófica»?
Una colección que publicará obras narrativas independientemente de su género, que apuesta por la renovación formal y que no establece distinciones entre ficción y no ficción.
La cadena trófica (puedes hacer clic para obtener más información acerca de la colección) está dirigida por Guillermo Lorenzo y Javier García Rodríguez.
Es una colección de narrativa coeditada por las editoriales Eolas y menoslobos (León, España). Su aspiración es integrar en su catálogo obras que, por los motivos que sea, no encuentran acomodo en otras editoriales. Esta es tu colección si no te has atrevido hasta ahora a enviar tu original, o si lo has enviado y te han respondido:
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Está sin terminar
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Es demasiado rara para nosotros
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Esta obra no tiene ni pies ni cabeza
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Demasiado arriesgada para nuestra editorial
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De esa obra no venderíamos ni un colín
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¿De verdad eso es una novela?
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Es mala, estás todo el rato esperando a que pase algo y solo pasa un cartero (que ni siquiera llama dos veces)
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Nosotros no publicamos relatos que no tienen un hilo conductor (aunque sea de primera)
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No hemos entendido nada (y mira que no la hemos leído)
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Solo publicamos obras narrativas con argumento
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¿A qué género pertenece?
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El contenido nos parece una memez
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¿Nunca estudió usted teoría de los géneros literarios?
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¿Tú qué edad tienes?
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Quizá debería usted ir al especialista/psiquiatra/psicoterapeuta/monitor de pilates.
Esta es nuestra colección y esta es tu casa. Nosotros te leeremos. Buscamos el riesgo y la calidad. Podríamos habernos llamado «La cadena catastrófica» (decidimos ahorrarles unos caracteres a los editores). No vamos a publicar todo lo que nos llegue, claro. Pero sí aquello que nos convenza porque muestra una voz individual, propia, inconfundible, al margen de eso que llaman el mainstream (no diremos un verso suelto, porque lo nuestro es la prosa, aunque nunca se sabe). No le tememos a la sintaxis como no le tememos a la vida. Hemos venido a divertirnos. El argumento nos da igual.
La cadena trófica es una colección con incierta fecha de caducidad. Cuando seamos canónicos (o nos salgan rúgulas), tiraremos de la cadena. Date prisa y desempolva tu narración cajonera.
(No olvides incluir tus datos de contacto y tu correo electrónico)